Estacadas, pesqueiras y otras artes de pesca de la LAMPREA


La lamprea es un manjar ancestral que se encuentra en los ríos gallegos desde hace siglos y para su captura se emplean unos curiosos métodos y artes de pesca, veremos algunos de ellos

Los métodos de pesca más usados son las redes en zonas de desembocaduras y las “pesqueiras”  en zonas más altas de los ríos.
Las “pesqueiras” son unas verdaderas joyas del tiempo de los romanos que están formadas por grandes sillares de piedra situados dentro del río y alineadas de forma perpendicular u oblicuo al curso del mismo para capturar los peces cuando éstos remontan el río.
Las “volantas” son redes que se sitúan cruzando el río en perpendicular y se mecen empujadas por la corriente.
Los “butrones” - son aparejos de malla y aros de hierro con un orificio de entrada sin salida. Son nasas cilíndricas que se sitúan en el fondo.
La “fisga”, “francada” o “tridente” consiste en un palo largo con una serie de puntas en su extremo inferior con el que se clavan las lampreas manualmente.


Aunque hay varios ríos en Galicia en los que se emplean estos métodos de pesca, nos centraremos en el Miño y el Tea en su curso bajo cerca de su desembocadura.
Desde Salvaterra a Crecente hay unos 30 kilómetros de curso fluvial en los que encontramos estos muros de piedra llamados pesqueiras. Están formadas por varios “poios” o “pescos” de piedras encajadas a modo de puzzle y de varias dimensiones según donde se ubiquen. Entre ellos se crean corrientes o pasadizos llamados calles, que es donde se colocan los butrones.
Muchas palabrejas raras, verdad? pues su utilización también es la mar de curiosa 😃

En Arbo, que por algo se le llama la Vila da Lamprea  podemos ver sobre el Miño varios ejemplos de este tipo, que se están recuperando y poniendo en valor con la realización de miradores y sendas 


y es que el río Miño llegó a tener unas 700 pesqueiras de las cuales se conservan a día de hoy unas 400.

En la zonas fluviales del Baixo Miño las artes de pesca empleadas se denominan “trasmallos” “miños” o “lampreeira”.
Estas redes se lanzan y por efecto de la corriente va recogiendo el pescado. Suelen medir unos cien metros de largo por tres de alto y la temporada para su utilización es a partir del 1 de enero.
El “rodeiro” o la “rede cabaceira” se utilizan con un lastre agarradas a una boya flotante en los remolinos que forma el río atrapando a las lampreas que suben.
Pero un método de los más artesanales y utilizados sobre todo en el río Tea, cerca de su desembocadura en el Miño, son las ESTACADAS aprovechando el remonte de los peces.


Son construcciones de madera en forma de puente sobre el río con varios pilares de unos dos metros de alto sobre los que se posa una pasarela donde se sitúan los pescadores.
La madera más utilizada es el eucalipto o pino pero en la actualidad ya hay algunas construidas en metal.
La lamprea remonta el río pegada al fondo, por ello cuando pasa por debajo de las estacadas, los pescadores las atrapan clavándoles la fisga o francada.
En la senda fluvial del río Tea que parte de Salvaterra hacia Ponteareas, podemos ver varios puestos de pesca numerados. Sus cesiones se hacen por sorteo público a primeros de cada año, al contrario que ocurre con las pesqueiras que suelen ser explotadas por herencia familiar.
La temporada de pesca comienza a mediados de enero hasta finales del mes de abril, con un horario desde las nueve de la noche hasta las ocho de la mañana del día siguiente.


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