Subimos al Monte Facho con las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa a nuestros pies


Una vez más confirmo que a veces los lugares más bellos los tenemos al alcance de la mano, muy cerquita de casa, y en esta entrada vais a descubrir por qué lo digo. Multitud de veces cruzamos la Ría de Vigo para acercarnos hasta la península de O Morrazo,
pero he de confesar que hacía años que no subía a lo alto del Monte Facho que se encuentra en la Costa de la Vela que ya os he contado lo espectacular que es en esta entrada: Costa da Vela, desde Cabo Home a Punta Couso

De sobra es conocida la magia que encierran ciertos lugares en Galicia llamados "sacros" o sagrados, como San Andrés de Teixido, Monte Pindo... y éste es otro de ellos: el Monte Facho.





Ascendemos por un camino señalizado a la salida del pueblo de Donón, una calzada empedrada con restos de huellas de carros en alguno de los tramos que hace que nuestra subida se lleve mejor buscando restos interesantes.


El último tramo es el más complicado por la pendiente y calzada en no muy buen estado, pero todo se nos olvidará en cuanto lleguemos a la cima y podamos disfrutar de las increíbles vistas que nos esperan.

Este es uno de los lugares preferidos por los lugareños y visitantes para disfrutar de las puestas de sol, y es que el lugar encierra magia en cada rincón y si le sumamos la hora mágica de la despedida del astro sol... el momento es irrepetible.


Podemos divisar a golpe de mano las hermosas Islas Cíes, parte de la ría de Vigo, Cabo Silleiro, Santa Tecla y hacia el otro lado las Islas Ons, ría de Pontevedra e incluso Fisterra en días despejados.


Este lugar ha estado asociado desde el siglo III a las peregrinaciones religiosas, de echo se dice que es uno de los más antiguos de la península ibérica con influencias celtas, prueba de ello son los múltiples hallazgos encontrados dedicados a varios dioses, entre ellos destacan varias "aras romanas" (altares) al dios Berobreo  como ofrendas para la salud. Entre los años 100 y 300, miles de personas ascendieron los 160 metros de altura con que cuenta para pedir los favores a su dios y se puede considerar un centro de peregrinación masivo.
Se sabe que existió también un poblado desde el siglo X antes de cristo del que apenas hay información y que estuvo ocupado hasta el VII a.C.





Será del poblado surgido a partir del siglo VI a.C. del que tengamos todavía restos visibles como restos de murallas, foso, y viviendas en las laderas del monte.
Y en su cumbre, un santuario galaico-romano del que nos han llegado muchas muestras hasta nuestros días que se disponía en columnas y altares clavados en la tierra, estrechos y altos.
Y lo que más destaca y llama la atención es una construcción cilíndrica en piedra datada del siglo XVIII construida como puesto de vigilancia militar sobre la base de un antiguo faro romano que formaba parte de la defensa de la costa.

Y es aquí donde le encontramos lógica al nombre del monte "Facho", y es que esa es la forma en que se denominan los montones de paja mojada que se encendían para que soltaran una gran nube de humo que servía de aviso a gran distancia.


Los antiguos pobladores de estas tierras es bien sabido que elegían montículos aireados y con buena visibilidad para instalar sus poblados, y aquí una prueba de ello.


Excavaciones arqueológicas realizadas en los años 2003, 2008 nos dejaron a la vista un total de 55 construcciones y en este año 2018 se está realizando la octava campaña de excavaciones en el castro y en el santuario de la mano del arqueólogo Diego Pyais, poniendo al descubierto todavía más restos de construcciones castreñas, muros y parte de la muralla. Se están recogiendo, limpiando y colocando las aras descubiertas en el entorno y creemos que una vez concluidos los trabajos, nos permitirán disponer de un auténtico museo al aire libre en una superficie aproximada de unos 2200 metros cuadrados.




Situación:


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