Panxón, Templo Votivo del Mar y entorno


Panxón, parroquia perteneciente al Concello de Nigrán, es uno de los destinos turísticos más deseados sobre todo en época estival, y los que tenemos la suerte de tenerlo cerquita de casa, aprovechamos el invierno para visitarlo ya que no está tan masificado.


Su inmensa playa urbana con numerosas terrazas, su puerto pesquero con tabernas típicas y sus estrechas callejuelas conservando todavía la esencia marinera, hacen de este lugar un sitio especial y recomendado para disfrutar de un paseo al sol.
Pero también hay espacio para la cultura y es que la gran torre de su iglesia es visible desde gran parte del municipio, se trata sin duda de una de las obras más sobresalientes del arquitecto porriñés Antonio Palacios en la zona, y que nos recuerda en cuanto nos acercamos a ella al Templo de la Vera Cruz en Carballiño (Ourense), se trata del Templo Votivo del Mar.


Su entrada principal la tiene por la rúa do Mariñeiro mediante una empinada cuesta empedrada, pero ese es uno de los laterales de esta magnífica edificación, deberemos acercarnos a una estrecha calle a la derecha un poco mas abajo y tendremos una panorámica del conjunto mucho mejor.

Al llegar lo primero que veremos en medio de una pradera a la derecha, son los restos de la antigua iglesia parroquial dedicada a San Juan que fue reconstruida sobre otra de origen visigótico del siglo VII y dedicada a San Pantaleón. Restos de sarcófagos de piedra diseminados por el suelo, una tapa de uno de ellos de estilo germánico, y un arco visigótico que servía de entrada a la vieja capilla. Todo ello rodeado de unas feas vallas metálicas y pasando desapercibido en medio de patios de casas sin darle la importancia que se merece.


Unas escaleras de piedra ascienden hacia la fachada principal del templo nuevo, construido con piedra del país al más puro estilo de su arquitecto, que para conocer su origen debemos remontarnos unos cuantos años atrás, a 1932, cuando la vieja iglesia quedaba pequeña y era necesario hacer obras de ampliación.


Se contacta con el arquitecto Antonio Palacios para la realización del proyecto de la nueva iglesia, pero al tener conocimiento de la existencia de este arco, quiso conocerlo. Visitó el lugar y se comprometió a hacer el proyecto con la condición de que se respetase dicho arco y no se tirase como tenían pensado hacer, y allí mismo, sobre las paredes de la vieja iglesia dibujó un boceto. Pero la idea de hacer un templo de estilo visigótico de mentira sobre un arco visigótico de verdad, no le atrajo nada y es entonces cuando se proyectó el edificio actual sobre un promontorio mirando al mar.

La idea del párroco Jesús Espinosa era la construcción de una nueva iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora del Carmen, patrona de los marineros, pero esta idea se fue incrementando con la ayuda entusiasta que siempre ponía en sus obras el arquitecto Palacios, lo que dio lugar al Templo Votivo del Mar, con aspiración a próximos proyectos de ampliación como un monasterio, hospedería y orfanato.


Palacios envía una carta al párroco expresando su idea:
Las características serán las de nuestra arquitectura regional del siglo XIII, que permiten una elevación no excesiva. En cuanto a la ejecución de muros, arcos, pilares, etc., he adoptado un estilo de una sobriedad absoluta, en hiladas de alturas diversas, mampostería ordinaria para los elementos resistentes de ángulos, arcos, etc. La piedra tosca, de cualquier dimensión, color y procedencia, con lo cual se pueden aprovechar materiales de derribos, que en su conjunto, darán un carácter más expresivo a la construcción, consiguiendo, de paso, la máxima economía deseada.


El templo tiene una sencilla planta cruciforme con nave abovedada, ábside poligonal, crucero de planta cuadrada y bóveda de nervios cruzados de tipo califal en ladrillo.
La fachada principal, encarada al mar, hace una cierta alusión al arco que diera origen a la iglesia.

Para la realización de la obra se contó con el constructor José Mogimes, que era natural de Panxón, un auténtico maestro medieval que supo interpretar los planos de Palacios a la perfección. Incluso en la fase final de la construcción, tuvo que apañárselas solo, puesto que coincidió con los años de la Guerra Civil y el arquitecto estaba aislado en Madrid.

La decoración interior de las bóvedas está basada en vistosos mosaicos de los que la mayoría son diseñados por el propio constructor y realizados por los niños de de Panxón con restos de deshechos de vidrio y azulejo.


En 1942 Palacios realiza el proyecto de los edificios anexos al templo, como una hospedería, el orfanato y las calles circundantes. Las obras comenzarían en 1957 pero muy lentamente, puesto que solo contaban con aportaciones de particulares y donaciones.
Nace así el Orfanato Nacional Virgen del Carmen para hijos de náufragos pobres, que con ayuda de las Hermanas de la Caridad, los niños reciben educación en régimen de internamiento además de aportar ayuda también a sus familias.


En 1975 se cede el edificio y 14.000 metros cuadrados colindantes al Instituto Social de la Marina con la condición de que siempre fuese dedicado a fines educativos de hijos de marineros. El ISM termina las obras y lo convierte en colegio y residencia de estudiantes, ampliando con un edificio más en 1986, y diez años más tarde con polideportivo, aula de naturaleza y una nueva estancia para ciclos formativos.
Este edificio desde el 2007 alberga el único Centro de Educación Especial para niños con Trastornos graves de conducta de Galicia regentado por la Xunta.


Una vez visitado el templo, descendemos hacia el puerto y comenzamos el paseo marítimo de 1 kilómetro y medio hacia las dunas de Gaifar, un ecosistema dunar que se extiende desde Playa América a Panxón con la desembocadura del río Muíños que con sus crecidas hace que el paisaje sea cambiante año a año.



Este ecosistema sufrió durante décadas el desarrollo urbanístico y la masificación turística afectando al equilibrio de la zona. Por ello se creó el Plan de Conservación del Ecosistema Dunar Playa América- Panxón para la restauración, protección y conservación de las dunas, estuarios y fauna y flora.


Al llegar a este punto el paseo cambia el asfalto y la baldosa para continuar con pasarelas de madera con paneles interpretativos  en los que vamos viendo la importancia de las dunas y de las especies que habitan en ellas.


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