Este castillo se encuentra en la zona de El Bierzo, en la carretera que va desde Ponferrada a O Barco -N-536- en el municipio de Priaranza, y surge como en un cuento de hadas en lo alto de un promontorio con fuertes cortantes y barrancos en dos de sus lados
que le ayudan como defensa natural, y al fondo el arroyo de Rioferreiros.
Al llegar nos encontramos con un amplio aparcamiento y un camino de subida señalizado hacia su puerta principal. La subida no es complicada pero tampoco accesible a todo el mundo, sobre todo si se va en silla de ruedas o con carritos de bebé.
Aprovechamos para conocerlo de paso que regresábamos de un día en Las Médulas, y como suele ocurrir cuando no planeas las cosas... pues que no salen bien. O sea, era martes y da la casualidad que es el único día que cierra!! 😭 Para que no os pase eso, consultad los horarios antes de ir en su página WEB, aún así me ha parecido super interesante como para dedicarle una entrada del blog, y allá vamos.
Estamos en el Alto de Rioferreiros y esta fortaleza de origen romano fue declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.) en el año 1949.
Zigzagueando el camino llegamos a un cruce que nos indica el "Bando del Bierzo" al que nos desviamos para conocerlo. Unos metros más arriba, entre peñas y encinas se abre un mirador desde el que se puede alcanzar a ver hasta el Lago de Carucedo. Lo de la instalación de un banco allí... pues ya va en gustos y opiniones, lo que es innegable es que las vistas son preciosas.
Sobre su origen se defiende la teoría de que procede de un destacamento militar romano, dada la cercanía de las minas de Las Médulas, con el nombre de Castelo de Ulver. Dejó de tener importancia cuando los romanos lo abandonaron, hasta que en el siglo XI aparece reseñado como "castillo destacado de España" a manos del conde Munio Muñiz.
En el siglo XIII pasa a manos de la Orden del Temple cedido por Alfonso IX de León hasta el siglo XIV que desaparece dicha orden. Pasaría por varias manos hasta que años mas tarde pasa a formar parte del Señorío de la Familia Osorio por donación de Juan I de Castilla.
Tras las Revueltas Irmandiñas el castillo queda destruido casi por completo y a finales del siglo XV sería Pedro Álvarez Osorio quien lo manda reconstruir. A la muerte de éste se produce un conflicto sucesorio entre las familias del Conde de Lemos, Bazán, Osorio y Pimentel, teniendo que intervenir los Reyes Católicos para solucionar el asunto, creando el Marquesado de Villafranca del Bierzo para Juana y su marido Luis Pimentel, quienes serían propietarios hasta la desaparición de dicho Marquesado.
A principios del siglo XIX pasa a pertenecer al municipio de Ponferrada que tras varios años de abandono, sus herederos legítimos los Condes de Peñarramiro, donan el castillo en el año 1900 a los vecinos de Villavieja que ya lo utilizaban para guardar su ganado.
Sería en el año 2002 cuando la Junta de Castilla y León y Diputación procede a su restauración y puesta en valor para ser abierto al público, que se haría en el año 2006 creando un Museo en su interior mostrando su pasado, fases de construcción y exposición de armas.
En el castillo se celebra una fiesta medieval a finales del mes de Agosto llamada "Noches Mágicas de Cornatel" con conciertos de música celta y mercado medieval entre otras actividades en la que tienen un papel importante los Caballeros de Ulver, asociación templaria creada en el año 2009 con la colaboración del Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo, que tiene por objetivos principales la práctica de esgrima, arquería, confección de ajuar templario además de colaborar activamente con el Camino de Santiago de Invierno a su paso por tierras bercianas.
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