Valle de Turón y sus cuencas mineras


Muy cerca de Mieres se encuentra la Senda Verde por el Valle del río Turón. Se trata de un recorrido que nos acerca a su pasado minero y muestra la gran importancia que tuvo la actividad hullera que se desarrolló desde 1860 hasta la década del 2000 en la zona. La ruta que comienza en Figaredo y concluye en La Molinera,
es lineal de 15 kilómetros, se puede hacer andando o en bicicleta ya que está perfectamente adaptada, pero si os pasa como a nosotros que vamos con el tiempo contado, se puede realizar también en coche siguiendo la carretera AS-337 ya que la mayor parte del recorrido es paralelo. No tiene punto de comparación, lo sé, pero al menos nos hemos hecho una idea de la zona y su historia visitando los puntos principales.

Comenzamos en Figaredo con el primero de los pozos que lleva el mismo nombre que el pueblo, o como se diría en asturiano "pozu Figareo". Al igual que nos pasará en el resto del camino, da mucha lástima ver todas estas instalaciones cayendo en el olvido, semi-abandonadas con cristales rotos y la maleza invadiéndolas...

Pozu San José - cese de actividad en 1993
En este tramo según avanzamos por la carretera, tenemos la senda verde a nuestra izquierda y el río Turón a nuestra derecha. Veremos a lo largo del recorrido varias muestras de patrimonio industrial como son las locomotoras a vapor recuperadas y expuestas para el disfrute de todos.

Hablar del ferrocarril en el Valle de Turón va unido a hablar de minería, de hecho también es conocido como el "Valle del carbón", ya que la extracción de hulla dio lugar a la aparición de las primeras vías férreas. Al principio simplemente comunicaban las galerías subterráneas para transportar el carbón con vagonetas movidas por tracción animal o por los propios mineros. Más tarde, en 1874, llegaría la línea de ferrocarril entre Pola de Lena y Gijón con la estación de Santullano en la que había un cargadero de mineral, desde donde se construyó una vía hasta las explotaciones directamente años más tarde.


En 1889 llegarían las primeras locomotoras inglesas a vapor de la firma Black, Hawthorn & Company que hoy llevan los números 5 y 6. A partir de 1930 se completarían con otras alemanas conocidas con los peculiares nombres de Clavelina, Mauricio y la Manolita.

En 1958 la empresa Hulleras del Turón cerró la línea de ferrocarril, sustituyéndola por un plano inclinado, y las máquinas fueron vendidas a la Sociedad Hullera Española que las desguazaría años más tarde. Otras correrían mejor suerte y acabarían en el Museo del Ferrocarril de Asturias en Gijón.


Un dato relevante es el censo de población que en 1880 en valle contaba con 2600 habitantes, pasando ya en el año 1919 a 9866. En el año 1960, simplemente la empresa Hullera del Turón tenía una plantilla de 6400 trabajadores. En 1968 esta empresa se integró en HUNOSA y en 1998 lo haría Minas de Figaredo. Hubo en activo más de 200 bocaminas, hasta que en 1.992 comienza el declive del valle con el cierre de explotaciones.


El Pozo Santa Bárbara a pesar de que está declarado también como BIC, Bien de Interés Cultural, amenaza ruina y aunque hay proyectos para convertirlo en Museo y Centro de Interpretación de la minería, de momento su situación es la de abandono desde su cese de actividad en el año 1995.

Inició su actividad en 1913, se encuentra en La Rabaldana y está compuesto por dos pozos verticales con dos castilletes. El principal se utilizaba para la extracción de mineral y escombro y el auxiliar para la entrada de personal y materiales.


El castillete del pozo principal tiene 30 metros de altura y el auxiliar 17 hasta la altura de las poleas. Las casas de máquinas, la subestación eléctrica, talleres, botiquines, escombreras, almacenes... instalaciones desiertas y abandonadas siendo el vigilante de seguridad la única persona que hemos visto en la zona.

Por la parte de abajo de las instalaciones pasa el río Turón y un tramo de la Senda verde. Se pueden ver los restos del castillete de mampostería que era destinado a subir el escombro desde el pozo hasta la escombrera movido por un motor eléctrico y cable aéreo.


Siguiendo camino nos encontramos con la bocamina del Grupo San Victor que en sus últimos tiempos funcionó como galería de carga de trenes. Ahora se ha recuperado parcialmente y es visitable pero solamente con visita guiada al igual que otros espacios recuperados como el Pozu Espinos, el Socavón de La Rebaldana o el aula didáctica del Pozu Fortuna que será la última parte de nuestro recorrido.


Primer punto de ruta:




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