Cabo Fisterra y su Faro - Fin de la tierra, fin del camino


Llegamos a nuestro último destino en esta escapada a "Costa da Morte" y que mejor que sea en el Faro de Fisterra, conocido también como el cabo del fin del mundo "Finis Terrae" que forma parte de un interesante conjunto de arquitectura farera con unas vistas espectaculares al Atlántico, a la ría de Corcubión y con el famoso Monte Pindo como testigo.

Hemos tenido suerte y no encontramos mucha gente en el lugar, puesto que al ser el final del Camino de Santiago normalmente está abarrotado.
Empezamos nuestro peregrinaje por la zona y después de dejar el coche en el amplio aparcamiento con el que cuenta a la entrada, lo primero que encontramos son las tiendas de souvenires al lado de un crucero y por supuesto con vistas al mar.

Seguimos el camino y vemos varias pequeñas edificaciones destinadas a hostelería, pero la que más destaca es el llamado "Semáforo" que está a más altura que el propio faro. Es una construcción de 1879 y tenía como misión la de emitir señales para la marina de guerra; ahora tras la rehabilitación realizada por el arquitecto Cesar Portela es un hotel de turismo rural. Desde su terraza hay paneles indicativos que nos guían sobre las vistas que no dejaremos de admirar en ningún momento.




No nos perdemos detalle, seguimos con la boca abierta de lo impresionante que es el lugar y descendemos para llegar a la Plaza de la República Argentina donde se ubica el monumento al Emigrante.

Y ya tenemos delante el edificio que alberga el faro y la casa del farero.

Construido en 1853 a una altura de 138 metros sobre el mar es obra del ingeniero Felix Uhagón y tiene la categoría de faro de primera orden. El Concello solicitó a la Unesco en el año 2015 la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
A pesar de la gran fama que tiene he de decir que a simple vista me ha decepcionado, quizá tambie´n porque lo hemos encontrado en obras y los andamios lógicamente afean el edificio. 
Bajando por unas pequeñas escaleras encontramos otro edificio anexo que es la sirena del faro, conocida popularmente como "A Vaca de Fisterra" por su característico sonido en días de niebla. Entró en funcionamiento en 1889 y funcionó ininterrumpidamente hasta 1996, 110 años nada más y nada menos.

Multitud de leyendas y tradiciones recorren este último lugar del camino de Santiago y veremos ofrendas de todo tipo esparcidas por las rocas. El peregrino deberá dejar algún objeto de su propiedad que ha usado en el camino como ofrenda, quemar alguna prenda, encender una vela... 
leyendas y tradiciones no exentas de misterio con el fin de purificar el alma.  
Ya desde la antigüedad existen 3 ritos principalmente que son el de Purificación (bañarse en la Playa de Langosteira situada cerca del pueblo), Muerte y Resurrección (divisar la puesta y la salida del sol en este lugar mágico). 

A nosotros la puesta de sol se nos ha resistido por causa de la niebla pero queda pendiente para otra ocasión.
Y como siempre, no os olvidéis de disfrutar de las vistas hacia un lado y al otro, no se sabe cual es mejor... la ría de Corcubión, el mágico Monte Pindo, las islas Lobeira, y la Roca de O Centolo o también llamada O Centulo (demonio). 
Varios naufragios sufridos por algunos barcos siembran el lugar como el Monitor Captain, John Tenat, Blas de Lezo, Bitten, Denewell, y ya más recientemente el Casón en 1987 o el petrolero Prestige en el año 2002. 

Añadir también como curiosidad que este lugar es conocido como el punto más occidental de Europa pero que no es así, puesto que ese lugar lo ocupa en primer lugar el Cabo da Roca (Portugal), en segundo el Cabo Touriñán (Muxía) seguido por el Cabo de la Nave (Fisterra).



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