Ascendiendo a Penha da Rainha - Monçao


Estamos en la parroquia de Abedim, en el municipio de Monção. Aquí destaca un macizo rocoso que llama la atención por las grandes dimensiones de sus piedras y que se alza a unos 420 metros de altitud con unas hermosas vistas al valle del río Miño. Se trata del "Castelo da Penha da Rainha" o de "San Martinho da Penha".

Antes de la existencia de la ciudad de Monção, Penha da Rainha ya era sede Judicial, y su área se extendía desde Monçao al río Mouro terminando en Merufe.


Hay datos de la existencia de éste ya en el siglo XII y de la importancia que alcanzó en la zona. A principios del siglo XVIII el castillo quedó sumido en la ruina cuando los reyes de Portugal mandaron construir otras fortalezas fronterizas como las de Melgaço, Monçao o Valença do Minho.

De la importante fortificación que existió en su día, hoy apenas quedan algunas marcas en la cima de lo que pudo ser la Torre del Homenaje. Parte de sus piedras fueron aprovechadas para la construcción de la iglesia parroquial y otros edificios de la villa.


Desde la N-101 que une la población de Monçao con Arcos de Valdevez, antes de llegar a Abedim, cogeremos una desviación que nos llevará directamente al área recreativa. Allí nos encontramos con una explanada amplia con sombras, mesas y bancos de piedra, fuente y barbacoas, donde solo la maquinaria de una cantera próxima nos perturba el silencio reinante.
Desde ahí unas escaleras en piedra con una barandilla metálica pintada de verde nos guiará en el camino hasta la cima.
Preparad las piernas, porque nos harán falta para la ascensión!


El camino no tiene pérdida si se sigue la barandilla, aunque a veces la pendiente nos hace tomarnos algún que otro respiro antes de continuar. Rocas y más rocas nos acompañan a ambos lados y todas parecen hablarnos con sus formas caprichosas... descubriremos un animal en cada una, hemos visto una tortuga, un dragón...


Después del primer tramo de ascenso nos encontramos con una llanura rodeada de grandes bolos graníticos entre los cuales tendremos que ir descubriendo rincones interesantes. Este espacio es conocido como el Jardín de la Reina y está situada la pequeña ermita de San Martinho, de la que poco o nada queda de la original románica del siglo XII consagrada por el obispo de Tui D. Pedro I en 1204, ya que la que vemos hoy es de finales del siglo XVIII.


Nos llama la atención unos cristalitos azules que sobresalen de las rocas en la parte más alta, algunos de ellos están rotos por el suelo, no hemos logrado averiguar de que se trata o con que fin están puestos ahí. Si tienes alguna idea o sabes algo más sobre el tema, te invito a que dejes un comentario al respecto en esta entrada. Gracias.


Una vez bien explorada esta zona, seguimos entre unas peñas para acceden a la parte trasera de la capilla y ya empezamos a tener las primeras vistas al valle, bueno y a la cantera que desde aquí ya la vemos bien.


Seguimos ascendiendo por el pequeño sendero marcado entre las rocas hasta llegar a una parte más estrecha en la que nos espera una escalera metálica bastante vertical por la que deberemos subir para alcanzar la cima de lo que sería el castillo en su día.
Allí nos espera, aparte de unas impresionantes vistas, un vértice geodésico y los restos de la fortaleza con algunas escaleras excavadas directamente en la roca que serían el acceso a la torre, varias pías con formas curiosas de la que alguna se cuenta que siempre cuenta con agua y lo que pudo ser un pequeño aljibe.




Una vez que logramos alcanzar la cumbre entendemos la posición estratégica que cumplía en su día la fortificación, aparte de su difícil acceso, la panorámica que se abarca desde la cima es impresionante.





Tomamos unos minutos de respiro disfrutando de las vistas y del aire puro para coger fuerzas y regresar por el mismo camino hasta el área recreativa.

Se ha propuesto clasificar la zona como protegida por patrimonio en el año 2013.

Aquí os dejo la localización:


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