Dos Miradores en Redondela que no te puedes perder


En la parroquia de O Viso en Redondela se encuentran dos miradores con unas privilegiadas vistas a la Ría de Vigo y la ensenada de San Simón, se trata del Mirador del Alto da Cabaleira y el del Monte de A Peneda, vamos a verlos con mas detalle.


Primero ascendemos hasta el alto de Soutoxusto, al monte Outeiro Grande, que además de tener  la Ensenada de San Simón y la ría de Vigo a nuestros pies, también podemos ver la desembocadura del río Verdugo, Arcade, Pontesampaio, las islas Alvedosas y entre otros el Monte de A Peneda al que luego iremos.

Hay varias formas de llegar, una de ellas es coger el desvío hacia O Viso desde la N-550 y a 500 metros el cruce a la izquierda siguiendo las marcas del camino de Santiago.


En la cima se ubica un depósito de agua, un área recreativa compuesta de mesas en piedra y barbacoas reformada en el año 2017 por la comunidad de Montes y hasta unas losas que muestran unos petroglifos.

Aquí se celebra anualmente en el mes de agosto el tradicional Festival de folk "Noite da Lúa Meiga" que en este año 2018 ha contado con su XVII edición.


Esta cima nos ha parecido de lo más interesante, no hemos encontrado ninguna documentación en internet sobre un pasado como fortaleza de vigilancia o ubicación de un castro, pero es desde luego un lugar idóneo para ello. Con los rellenos está totalmente modificado para encontrar algún vestigio del pasado, pero nuestra imaginación hasta parece vislumbrar los restos de un foso perimetral defensivo.

Además muy cerca hay una zona conocida como Devesa do rei y pasa muy cerca el camino portugués a Santiago...


Unos metros más abajo hay otro pequeño mirador sobre unas peñas que también ofrece unas buenas vistas. Aquí en nuestra anterior visita (año 2012) habían construido unas curiosas torres con piedras de las que ya no queda más que sus restos desperdigados por el suelo.


Descendemos hacia la aldea de Saramagoso para subir ahora hasta el Monte de A Peneda en el límite de los concellos de Redondela y Soutomaior.


Este lugar ha cambiado bastante desde el gran incendio que devastó la zona en el año 2016 y que afectó a casi toda su zona arbolada. Incluso llegó a afectar a la gran centenaria sobreira (alcornoque) que está intramuros, que cuenta con una leyenda que dice que bajo sus raíces se esconde un gran tesoro que los moros enterraron allí.

Sea leyenda o no, el caso es que bajo sus raíces hay una galería de la cual podemos ver su boca cerca de la carretera de acceso, al lado del aparcamiento, sobre la cual también se ha especulado bastante sobre si era una mina romana, un pasadizo secreto que comunicaba con el Castillo de Soutomaior, o una de las salidas secretas del antiguo Castillo de Castrizán que aquí se ubicaba.


Y es que aparte de disfrutar de las vistas que nos ofrece a más de 300 metros de altitud, el lugar está cargado de historia. Ahora podemos ver una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Las Nieves del siglo XVIII, conocida como Virgen de La Peneda, que se dice que cura y espanta los meigallos., cuya romería se celebra cada 5 de Agosto.

Este santuario tuvo su propia cofradía entre los años 1649 hasta 1860, a ella debían pertenecer casi todos los vecinos de O Viso que se encargaban de preparar la celebración de la festividad de la Virgen con la asistencia de 5 y hasta 8 curas para la celebración de la misa. Más tarde también se celebraría el Lunes de Pascua y el día de San Miguel en septiembre.

Se sabe que sobre 1828 los devotos daban limosnas de vino, maíz, ropa, gallinas, conejos y ofrecían los hábitos mortuorios de los niños que estuviesen enfermos; ya a partir de 1887 se portaban las cajas fúnebres de los recién nacidos. Se acostumbraba a pasar la noche en los alrededores de la ermita y para ello se encendías hogueras con piñas secas o alquitrán que posteriormente pasarían a sustituirse por faroles de gas.

La capilla original tenía el techo de madera que fue sustituido por una bóveda de piedra sobre el año 1843, y el suelo se remataría con baldosas en 1825. Los retablos con los que cuenta son obra del maestro Aquilino Fernández de 1878, que sustituyen a otros de 1747.
En 1840 se construyen los muros que rodean el atrio y un rayo rompió el crucero original en 1889 sustituyéndose por el actual.


Esta capilla fue construida sobre los cimientos del Castillo de Castrizán que databa del siglo XV. Del castillo no queda nada, apenas parte de sus muros exteriores y una de las puertas de acceso en forma de arco.


Constaba de una torre con tres plantas y fue mandado construir en el siglo XV, por Alonso de Fonseca (Arzobispo de Santiago) para controlar a su rival D. Pedro Madruga y su codiciado Castillo de Soutomaior. Pero sería este último quien lo destruiría por completo unos años después, sobre 1480.

Pero mucho antes, esta cima con carácter defensivo no pasaría desapercibido para otras civilizaciones, ya que fue habitado desde la Edad de Bronce hasta el final de la época romana por varias muestras de monedas que se han encontrado en sucesivas excavaciones. Además en una de las subidas a la ermita, se ha encontrado un "concheiro" con restos de moluscos, cerámica castrexa, algunas piezas de ánforas romanas, agujas, un caldero de bronce, un cuchillo y varias machetas pulimentadas que se encuentran en el Museo de Pontevedra.

Como podéis observar, una atalaya de lo más interesante.

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** En el mirador de Outeiro Grande de la parroquia de O Viso, se ha instalado un columpio o bam-bam en el año 2023






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