Trabajos de recuperación en el Monasterio de San Fins - Valença


Os hablaba de este Monasterio benedictino y de su historia en este post, pero hoy vamos a comparar y comentar los trabajos de recuperación que se están llevando a cabo en la finca y en los edificios que formaban parte del cenobio, capilla e iglesia románica.

La Câmara Municipal de Valença (Ayuntamiento) está llevando a cabo desde hace unos años, labores de recuperación y revalorización de todo el conjunto que comprende una gran extensión de terreno aparte de las ruinosas edificaciones.

Me gusta decir las cosas como las veo, las buenas y las malas, y por eso en este caso también lo haré. La primera vez que descubrí este lugar fue en el año 2015, la iglesia estaba restaurada y parte del camino de acceso, se veían algunas actuaciones en la finca como la tala de árboles, replanatación y desbroce, pero ya pensamos... ufff queda mucho por hacer. Y lo están haciendo y muy bien, se trata de una de las restauraciones más bien hechas y con cabeza que he visto.

Claustro del Monasterio de San Fins

En el año 2017 volvimos al lugar y las obras seguían avanzando aunque lentamente. en nuestra última visita en enero de este año 2019, hemos quedado gratamente sorprendidos, la finca la están recuperando y manteniendo limpia de maleza, dando ya resultados los árboles autóctonos plantados años atrás.

En cuanto a los edificios, aparte del mantenimiento exquisito que le han hecho a la iglesia, les queda sin duda, la parte más difícil, ya que las estancias del monasterio estaban en completa ruina, pero están procediendo a la limpieza y sellado de muros de piedra granítica con mortero rústico, si, ese que queda igual o similar al color de la piedra natural, que he visto preciosas paredes rústicas de edificios  antiguos de granito restaurados con el que es color de cemento gris 😠 y quedan realmente horrorosos!!


Un +10 en este caso para los restauradores!

Las estancias que están en la parte trasera de la iglesia, frente al ábside, que debían corresponder a la sacristía o vivienda del abad, estaban muy perjudicadas puesto que aunque sus paredes también son de piedra, los suelos y techos eran de madera y no han tenido más remedio que echar nueva placa de hormigón.

Una vez arreglado el tejado, ahora las labores continúan en el interior, limpieza y sellado de juntas de las paredes, vigas en el techo simulando las antiguas...

Unas fotos comparativas de su estado en 2015 y ahora 2019.





En el claustro se ha procedido a eliminación de vegetación sobre la piedra, limpieza de la misma y reconstrucción de la canalización abierta pétrea que atraviesa el mismo.
Esta canalización que parte desde el acueducto de entrada, se encarga de suministrar agua a todas las dependencias y fincas de la quinta, se encontraba rota, enterrada o inexistente en algunas partes y está siendo reparada con gran esmero respetando su aspecto inicial.


Saliendo por la galería del claustro, descendemos unas escaleras hacia el exterior y vemos en la fachada un escudo de la orden de los jesuitas y las marcas de haber existido un tejado a dos aguas, probablemente fuese la entrada principal a las dependencias monásticas o una reforma realizada posteriormente en épocas universitarias.


En la parte alta de la finca, en un promontorio rocoso se sitúa una pequeña capilla del siglo XVIII que fue restaurada y acondicionado el pequeño espacio circundante de piedra como mirador. Las escaleras de acceso a la misma ahora parecen otras, pero son las mismas, limpitas y arregladas, la primer vez que fuimos ni siquiera pudimos acceder puesto que se encontraban cubiertas de maleza.
Antes de llegar a la capilla hay una explanada de piedra que albergaba las ruinas de una construcción, ahora restaurada.

Comparativa año 2017 a 2019



Esta pequeña casita es la única que chirría un poco, pero dejemos que el paso del tiempo vaya igualando el color de la piedra.


Aquí había varios eucaliptos que fueron cortados ↑



En la parte baja de la finca ahora se pueden distinguir bien los socalcos de cultivo y en el fondo una presa de retención de agua que ahora está seca, al pie de un viejo molino restaurado. Mediante unas escaleras accedemos a una fuente que hacía las funciones de aljibe, todavía tiene el techo sin montar, lo han reconstruido como si de un puzzle se tratara y lo tienen colocado en el suelo, algún día ocupará su lugar.




Por la parte de arriba del molino un camino que pasa por debajo del canal de agua que lo alimenta, que procede directamente del manantial de la montaña, accedemos hasta el mirador de la cruz cuya pista también ha sido acondicionada.



Las obras continúan y esperemos que no se detengan, porque este proyecto tiene muy buena pinta y puede quedar fenomenal. Un ejemplo de como cuidar y proteger el patrimonio.


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