Si cogemos la carretera N-120 que va desde Ourense a Monforte de Lemos, tenemos una parada casi obligatoria en el el pueblo de Os Peares, donde el río Sil desemboca en el Miño, confluyen las provincias de Ourense y Lugo y es comienzo de la famosa Ribeira Sacra.
Los vecinos de este lugar "padecen" bien lo que es pertenecer a Cuatro ayuntamientos y dos provincias diferentes, según donde tengan ubicada su casa, pueden ser de Nogueira de Ramuín, de A Peroxa (ambos pertenecientes a Ourense, o bien de Carballedo o Pantón (de la provincia de Lugo).
Nos desviamos hacia el río y lo primero que vemos es la estación de ferrocarril que al lado han hecho un puente sobre el Miño en el año 2016 que facilita el acceso a los vecinos que tenían que ir a cruzar el río hasta la carretera de la presa 2 kilómetros arriba, lo cruzamos y nos dirigimos hacia el puente de hierro del tren destacando entre el verde paisaje por su pintura azul.
El puente tiene una bonita estructura y fue realizado por la escuela de Eiffel. Se puede atravesar andando ya que cuenta con paso peatonal en los laterales. A continuación bajamos por un estrecho camino hasta una pequeña área recreativa y playa fluvial, estamos en la intersección de tres ríos, el Búbal, el Sil y el Miño que forman un entorno espectacular.
Aguas del Miño arriba siguiendo en el Concello de Pantón, está situado el Embalse de Os Peares y su Central Hidroeléctrica, siendo uno de los más antiguos de Galicia ya que se comenzó a construir en 1947 e inaugurado en 1955.
Para albergar a los trabajadores, directivos y familias de esta presa hidroeléctrica, se construyó un poblado escalonado en la ladera.
En el año 2012 fueron restauradas 12 de sus viviendas para hacer un Centro de Inmersión Lingüística para aprender inglés de forma diferente con salidas didácticas en plena naturaleza. El centro tiene una capacidad para 289 plazas con 47 aulas y dormitorios.
La compuerta y la central hidroeléctrica de este embalse está a tan solo 1 kilómetro trescientos metros del cruce que hemos cogido y sorprende por la gran infraestructura que se ha montado la empresa Iberdrola a ambos lados de la carretera. Unos inmensos raíles la atraviesan e incluso hay un semáforo para cortar el tráfico rodado cuando tienen que mover las inmensas grúas.
Enfrente vemos unas viejas construcciones en ruinas que deberían servir para alojar a los trabajadores de esta obra, allá por los años 50.
Seguimos unos kilómetros más por esa misma carretera y en una de las cerradas curvas que nos encontramos a nuestro paso, unos intrépidos aventureros estaban haciendo escalada en una de las peñas verticales en la montaña. Unas franjas blancas horizontales pintadas en la carretera nos indican la zona donde la Escuela de Escalada "Cañón do Sil" y el Club Alpino Ourensán practican este deporte.
Al otro lado de la carretera nos encontramos un curioso mirador con dos viejos almacenes de hormigón que se supone que sería algún puesto de vigilancia de la guardia civil, pero lo desconocemos.
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