Cerca del núcleo de Astorga y pertenecientes a su comarca, tenemos estos dos pueblos que hoy vamos a visitar donde nos sorprenderá su arquitectura popular. No en vano estamos en la comarca de La Maragatería...
Tabuyo del Monte, perteneciente al municipio de Luyego, y se encuentra a las faldas de las Montañas del Teleno.
Damos una vuelta por el pueblo y nos dirigimos hacia una torre que se divisa a lo lejos como dominando la zona, se trata de la Iglesia Parroquial de Santiago - Santuario del Santísimo Cristo
Situada como en una explanada creada para la ocasión, destaca por su gran torre de 36 metros de altura de forma cuadrangular y sus grandes arcos porticados salvaguardando la entrada frontal y lateral.
Fue construida durante todo el siglo XVIII sobre una pequeña ermita anterior y su trazado inicial fue realizado por el mismo arquitecto que la catedral de Astorga, Manuel de Lastra.
En su interior destaca en el altar mayor la imagen del Cristo al que se le atribuyen bastantes milagros y es muy venerado en la comarca, así es que a mediados de septiembre se celebra una gran romería en su honor.
Según la leyenda de este lugar, un monje del ya desaparecido Convento de San Vicente de Codes, o Monasterio de la Peña, ante el temor de que los moros saquearan el lugar, escondió lo mas valioso en una pequeña cueva y un Crucifijo de marfil en una ermita a las faldas de las montañas del Teleno. Esa pequeña ermita sería la que se hallaba en Tabuyo y con el paso de los años, como tanta era la devoción a la imagen, se construyó el nuevo Santuario.
En la cabecera del edificio se sitúa la Fuente del Cristo, un pequeño manantial de aguas cristalinas del que se dice que nunca se ha secado y se le atribuyen propiedades milagrosas
También en el siglo XVIII se construye sobre él un pórtico de sillería con arcos figurando una inscripción en latín en uno de sus muros indicando el nombre de Josefa Dávila Rodríguez que sería su benefactora con la fecha de 1710.
En una de las piedras de la fuente se pueden ver unos agujeros como cazoletas que podrían ser de origen prehistórico como lo es el Ídolo de Tabuyo, cuya copia la encontramos a la entrada del templo.
El día era caluroso y el sol apretaba con fuerza, por lo que nos vamos hacia la Presa del Valtabuyo en busca de agua para refrescarnos, a unos dos kilómetros del pueblo.
Sin duda alguna, aquí se está mucho mejor 😄
La construcción de esta presa comienza en 1986 y ha estado cargada de polémicas ya que se dudaba de su utilidad, costes, utilización de canalizaciones y la aparición durante las obras de unos posibles restos romanos en el cauce del río que quedarían sepultados. Por ello no se termina hasta el año 2000.
Está situada en la zona de El Carrizal, conocido por los habitantes del lugar como "el monte" y entre pinares con varias mesas para pícnic y arena, se ha creado una bonita zona de baño. También hemos visto varias personas practicando piragüismo y nos comentan que se realizan de vez en cuando competiciones aquí.
* Santiago Millas
Estamos en uno de los pueblos mas singulares de las tierras de la Maragatería por ello fue declarado Conjunto Histórico y B.I.C. en 1998 y por supuesto un lugar excepcional donde comer el famoso "Cocido Maragato". Está dividido en dos barrios separados por apenas 1 kilómetro, el Barrio de Arriba y el Barrio de Abajo.
En ambos destacan sus casas de arquitectura típica maragata de mampostería de piedra y mortero de barro y paja, de planta cuadrada, con patio central donde están las cuadras y las escaleras hacia el piso superior que está reservado para los dormitorios, zaguán que comunica la cocina, corredor, grandes puertas de entrada, tejados de teja árabe, la gran mayoría restauradas recientemente. Pasear por sus calles es un espectáculo al aire libre pero estamos a más de 900 metros de altitud, que unidos al calor, se nota y hace mella al caminar 😥
En el Barrio de Arriba no podemos dejar de visitar la antigua escuela hoy reconvertida en Museo de la Arriería. Se trata de una vivienda de principios de siglo que su dueño donó en 1915 para escuela y vivienda de la maestra. A través de documentos gráficos, grabados y otros objetos nos podemos trasladar al antiguo oficio del arriero, comerciantes viajeros incansables en busca del sustento por estas tierras.
El ayuntamiento, la ermita del Santo Cristo y el Mesón Casa Lucinio donde parar a tomar algo o degustar alguno de sus impresionantes platos de la tierra, se convierte en un gustazo para el paladar y para la vista, porque es también una antigua casa arriera restaurada con detalle.
En el Barrio de Abajo vemos dos ermitas dedicadas a San Miguel, una en la carretera de acceso y la otra ya en el centro de las casas.
En esta parte hay otro Mesón donde también degustar el "cocido maragato", se trata de Casa Gloria en una restaurada vivienda típica.
Enfrente hay una oficina de información de lo que podemos ver en la zona.
Las primeras referencias documentadas de este lugar datan del año 1027 cuando los Reyes de León repoblaron la zona, otorgándole capacidad jurídica a un núcleo de población reducido a unas 20 casas.
En el siglo XIV Santiago Millas estaba vinculado administrativa y judicialmente a la villa de Palacios de la Valduerna, a quien tenían que pagar una parte de las ganancias generadas en el comercio de mercancías. En el siglo XVI ya contaba con una población mas extensa dedicada a la agricultura y sería con la llegada de una familia de comerciantes franceses cuando se establece la actividad arriera y con ella el desarrollo económico.
Dando un recorrido por el pueblo podemos observar por la grandeza y belleza de sus casas, su importante pasado y todo el dinero generado por la actividad arriera de sus habitantes.
En la parte más alta del barrio, la zona de Los Cercos, está el Parque de Blas Celada con la Torre del Reloj, que a simple vista no parece impresionarnos, pero se dice que su reloj está realizado por Rodríguez Losada, el mismo relojero que hizo el de la Puerta del Sol de Madrid.
Sobre la puerta de acceso se puede leer la fecha de su construcción, 1930 realizada por los indianos Blas Celada, Ventura Alonso Franco y Esteban Reñones personajes importantes en la historia de SantiagoMillas de los que aún se conservan sus casas, como la de Blas Celada que ahora es una casa rural rehabilitada por unos alemanes que llegaron al pueblo y se enamoraron de él.
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