Hoces de Valdeteja y Redipuertas a orillas del río Curueño


En el norte de la provincia de León al encuentro de la Cordillera Cantábrica se encuentran varios desfiladeros donde los ríos surcan entre grandes paredes de roca caliza como en el caso de las Hoces de Vegacervera
Son quizá las más conocidas pero hoy vamos a conocer a sus hermanas las Hoces de Valdeteja, conocidas también como las de Nocedo o de Curueño ya que así se llama el río que las surca. Para ello comenzamos nuestra ruta en coche desde el pueblo de La Vecilla para dirigirnos hacia el norte por la LE-321 hacia el Puerto de Vegarada como paso hacia Asturias. Por aquí discurría una antigua calzada romana conocida como la Calzada de la Vegarada.


La carretera transcurre en su mayor parte al lado del río Curueño y nos ofrece algunas estampas realmente espectaculares que harán que nos detengamos en nuestro camino para observarlas con más detenimiento. Así es el caso de la Cascada de Valdecesar que también es conocida como Cola de Caballo por la forma de su caída de agua entre las estrechas peñas. La forma el arroyo de Valdecesar a los pies de Valdorria unos metros antes de desembocar en el Curueño.


Poco antes de llegar a Nocedo de Curueño un cartel indicativo a la izquierda de la carretera nos sugiere el camino hasta ella. No tendremos que andar mucho, apenas unos 200 metros con pasarelas de madera y metálicas

Ya estamos en plena montaña y un desvío a la izquierda nos conduce a Valdorria por una carretera en zig zag hasta llegar al pueblo donde se retiró para hacer vida eremita el joven monje Froilán allá por el siglo IX. Un estrecho y empinado sendero nos conduce hasta la cumbre de la montaña donde se encuentra una pequeña ermita dedicada a él.


Deberemos bajar por la misma carretera hasta la principal para seguir nuestro camino y adentrarnos ya en las Hoces donde el río pasa encajado entre grandes paredes que llegan a alcanzar los 1600 metros de altitud



Estamos en Los Argüellos una comarca tradicional de León que ya en el siglo XIV el rey Fernando IV le concedió el privilegio de tener jueces propios, y desde el año 2005 la zona está declarada Reserva de la Biosfera.


Llegamos a Lugueros donde se sitúa el puente medieval de origen romano de tres arcos a diferentes alturas teniendo uno de ellos 6,40 metros de luz con una calzada de 2,40 metros de ancho.

Fue restaurado en el año 2001 y junto a él hay un molino harinero del siglo XVIII del que se dice que está lleno de leyendas que yo, la verdad, no he encontrado ninguna para poder contárosla.


Unos metros más arriba hay una playa fluvial con bastante zona verde y una presa que retiene las aguas del río para formar una estupenda zona de baño.


El Puente de Lugueros forma parte de la Ruta de Puentes Romanos y Medievales de la Calzada de la Vegarada en la que podemos ver también el de los Verdugos (o del Ahorcado), el Puente del Villarín, el pontón del arroyo de Villarías, el de los Campos de Lugueros, Puentes de Cerulleda y el de Francamuerta.

Nuestra siguiente parada será en Redipuertas donde se encuentra la Cascada El Saltón formando parte de la Ruta de las Cascadas del río Faro.


Esta poza y la cascada de unos 10 metros de altura la encontraremos a pocos metros de la carretera, junto al puente La Capilla, y perfectamente señalizada, se trata de la primera que nos encontramos si seguimos la ruta del río Faro que es afluente del Curueño y nace bajo las cumbres del Pico Huevo, la Portina de Faro y el Pico la Quemada a unos 2000 metros de altitud. La ruta cuenta con 3,5 kilómetros de recorrido con algunos desniveles que cuestan un poco seguir, pero en general es de baja dificultad. En ella veremos mas cascadas como la de La Mayaduela, las de la Majá de Tala y la de la Puerta de Faro, aunque el desnivel del río es bastante importante y podremos ver más saltos de agua muy bonitos.

Antes de bajar por las escalinatas que nos llevan a la poza de El Saltón, vemos unos muros de piedra seca delimitando el Corral del Concejo de la Mesta, uno de los pocos espacios de reunión de la junta vecinal que se conserva en toda la provincia, donde los vecinos se juntaban para abordar temas de interés. En Galicia se solían hacer en los atrios de las iglesias.


Este lugar de reunión se encontraba cercado por muros de apenas un metro de altura ya que en él también se realizaban transacciones comerciales y sorteo de pastos, y cuya tradición se remonta al siglo XVII.

Después de esta interesante parada continuamos camino para alcanzar ya el Puerto de Vegarada, que hace de frontera natural con Asturias, a 1560 metros de altitud, donde daremos la vuelta en el refugio de montaña para regresar y poner fin a nuestra ruta de hoy.

Plano de nuestro viaje la línea verde:




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